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Sensor de oxígeno | Sensor O2
Los vehículos con sistemas de control de motor computarizados dependen de los datos de varios sensores para mantener un rendimiento óptimo del motor, las emisiones y otras funciones importantes. Los sensores deben proporcionar información precisa, o el vehículo puede experimentar problemas de conducción, mayor consumo de combustible y fallas en las emisiones.
Uno de los sensores principales de este sistema algo complicado es el sensor de oxígeno. A menudo se lo conoce como sensor de O2 o sensor Lambda, que es su nombre técnico.
Aunque los sensores de oxígeno se utilizaron por primera vez en 1976, el estado de California introdujo una legislación en 1980 que endureció las normas de emisiones, y esto estimuló el crecimiento del uso de sensores de O2. En 1981, las leyes federales sobre emisiones hicieron que los sensores de oxígeno fueran prácticamente obligatorios en todos los automóviles y camionetas ligeras. Los vehículos actuales están sujetos a regulaciones OBD-II más estrictas, y muchos vehículos ahora están equipados con múltiples sensores de oxígeno, ¡algunos con hasta cuatro!
El sensor generalmente se monta en el colector de escape y monitorea la cantidad de oxígeno no quemado que hay en el escape cuando sale del motor. El control de los niveles de oxígeno en el escape es una forma de medir la mezcla de combustible. Le indica a la computadora si la mezcla de combustible se está quemando rica (menos oxígeno) o pobre (más oxígeno). El motor se ajusta automáticamente para funcionar al máximo rendimiento.
Muchos factores pueden afectar la riqueza o pobreza relativa de la mezcla de combustible, incluida la temperatura del aire, la temperatura del refrigerante del motor, la presión barométrica, la posición del acelerador, el flujo de aire y la carga del motor. También hay otros sensores que controlan estos factores, pero el sensor de oxígeno es el monitor principal de lo que sucede con la mezcla de combustible. En consecuencia, cualquier problema con este sensor puede causar problemas en todo el sistema de combustible.
Circuito de control de retroalimentación de la mezcla de combustible
La computadora de a bordo de su vehículo utiliza la entrada del sensor de oxígeno para regular la mezcla de combustible; este proceso se conoce como el "bucle de control de retroalimentación" del combustible. La computadora toma las señales del sensor y responde modificando la mezcla de combustible a un nivel ideal. Esto genera un cambio correspondiente en la lectura del sensor. Esto se conoce como operación de "bucle cerrado" porque la computadora usa la entrada del sensor de oxígeno para normalizar la mezcla de combustible. El resultado es un vaivén constante, de mezcla rica a pobre, que permite que el convertidor catalítico funcione con la máxima eficiencia mientras mantiene la mezcla de combustible promedio general en el equilibrio adecuado para minimizar las emisiones.
Si no se recibe ninguna señal del sensor, como sería el caso cuando se arranca por primera vez un motor frío (o falla el sensor), la computadora ordena una mezcla de combustible rica fija (sin cambios).